María Oruña: «En mis novelas no hay malos malísimos ni me interesa la sangre»

Fuente: La Nueva España

¿Qué tal le va a su personaje, Valentina Redondo?

-Evoluciona. Mis dos anteriores novelas de la serie son muy corales, no hay un personaje que destaque de forma nítida sobre los demás. Valentina, la investigadora, es la que más piedras llevaba en su mochila. Olivier es ahora su pareja, solucionó algunos problemas personales y se ha vuelto más estable.

Hablamos de dos de las figuras literarias que conforman la trama y el argumento de «Donde fuimos invencibles», la nueva novela de la gallega María Oruña (Vigo, 1976), que presentó ayer en Libroviedo.

¿Mantiene el pulso de «Puerto escondido» y «Un lugar a donde ir»?

-Son en general los mismos personajes pero cada libro tiene su tono y los misterios son de corte muy distinto. Pero coinciden, por ejemplo, en que no hay malos, malísimos ni escatología. Mis libros no responden a lo que se entiende como novela negra.

Le gusta poco la sangre.

-Hay poca sangre, sí; no me interesa especialmente. Tampoco incluyo cuestiones relacionadas con la pederastia, por citar algo que está muy presente en los medios de comunicación. «Donde fuimos invencibles» no es una novela hiperrrealista porque lo mío es una mezcla de géneros.

Acaba de publicarse. ¿Qué le dicen los primeros lectores?

-Me dicen que se la leen en 48 horas y eso demuestra que engancha. Y yo muy contenta.

Dos días de lectura ¿y cuántos días de preparación?

-Salgo a novela por año. En lo que es escribir echo unos seis meses, y el resto tiene que ver con la preparación, las entrevistas que hago para documentarme… En este caso hablé mucho con historiadores y hasta con expertos forenses. Hay en el argumento unos ingredientes paranormales, incluso.

Tres libros con los mismos personajes. Igual se ve un día en la necesidad de «matarlos» literariamente hablando.

-No experimento esa sensación. Para empezar tengo más misterios para Valentina y, en segundo lugar, trabajo en un proyecto independiente a ellos. No sufro de vértigo ante mis personajes mientras me siga apeteciendo tenerlos en mis novelas. Yo creo que no hay nada peor que escribir cosas que no te guste escribir. Y no es mi caso.

Tres novelas de éxito. ¿Nota la presión de los lectores?

-La única presión es la de encontrar una historia que valga la pena contar. Escribir bien desde un punto de vista técnico, no es complicado, pero fabricar una buena historia y darle cuerpo eso sí que no es fácil.

La gente pide más.

-Lo tomo no como una responsabilidad sino como un reto. Fíjese que las tres novelas de la serie tienen ritmos distintos. La segunda, «Un lugar a donde ir» se adentraba en el mundo de la Arqueología, que en principio es algo no muy atractivo para muchos lectores. Y funcionó. «Donde fuimos invencibles» tiene alguna particularidad en relación con los dos anteriores, porque se trata de una sola trama y de una sola localización.

¿Sabe usted que se nota en sus libros el espíritu del Norte?

-Me lo dicen, es verdad. Ejerzo de gallega. Ser del norte da un carácter especial. Soy de mar, veo unos acantilados como los que hay en Asturias y pienso en la belleza y en el peligro, a la vez. Me dicen los correctores de la editorial que se nota que soy gallega en la musicalidad del texto. Y también me dicen que no puedo negar mi profesión de abogada por los muchos gerundios que utilizo.

¿Qué tal la experiencia en Libroviedo?

-Muy bien, como siempre. Llevo unos cuantos días de intensa promoción, parando poco por casa. Vengo de Albacete y dentro de unos días me voy a la feria del libro de Sevilla. Cuando puedo viajo con mi familia y es aún más agradable.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *